¡POR LA UNIDAD SINDICAL CLASISTA!
Para
nadie es un secreto que la amorfa organización denominada movadef, es
el nuevo rostro legal de la facción de Sendero Luminoso que sigue siendo
fiel a Abimael Guzmán, y que busca ser reconocido por el Jurado
Nacional de Elecciones para poder participar en los procesos
electorales.
El simple hecho de que la facción gonzalista de
Sendero Luminoso haya dado este paso, es reflejo de la bancarrota
ideológica de la organización fundada por Abimael Guzmán en enero de
1969. Para decirlo con palabras de Abimael, el surgimiento del movadef
“es el amoldamiento a las cloacas del orden viejo”, ese viejo orden que
supuestamente iban a ser barridos por la acción violenta de las huestes
senderistas.
En la concepción ideológica original de SL
desarrollado por Abimael Guzmán, la guerra popular era la única forma
posible para tomar el poder. En su discurso, “somos los iniciadores”,
Abimael anunciaba que “la violencia de la revolución, se apresta a
definir su contienda por las armas”.
Para conseguir tal
objetivo, Abimael desarrolló la absurda idea de “la militarización del
partido a través de las acciones”. En el pensamiento de Abimael no cabía
la posibilidad de que la lucha política tuviera otra forma de
manifestarse que no sea a través de la lucha armada. Para justificar tal
idea, llegó al extremo de sostener que la violencia era una ley
universal, y que por lo tanto la tarea de SL era desarrollar la guerra
popular, no solo en el Perú, sino a nivel mundial. En su ecléctica
visión del mundo, Abimael presentó el inicio de su lucha armada como “la
esencia de lo nuevo”, y asumió de manera fanática que “El Partido ya no
podrá desarrollarse más sino a través de las armas, a través de la
lucha armada”.
Con esa irracional visión, Sendero Luminoso
transformó inhumanamente la política en un espacio manchado de sangre.
Su desprecio absoluto por participar en las elecciones, no solo los
llevo a intentar boicotear los procesos electorales, sino que como parte
de su práctica del terror indiscriminado, llegaron al extremo de
justificar la política de “aniquilamiento masivo” como una forma de
“generar vacío de poder”.
Bajo esa lógica del terror, asesinaron a cientos de “alcaldes electos por el pueblo” y dirigentes populares.
Abimael Guzmán justifico políticamente los asesinatos sosteniendo que
“con él se descabeza el funcionamiento del aparato estatal o se le
paraliza; algunos, los reaccionarios y sus comparsas los oportunistas,
dicen "cómo es posible asesinar vilmente a alcaldes electos por el
pueblo", primero, debe plantearse que elección implica instrumento del
sistema democrático burgués que es reaccionario, en nosotros nunca va a
florecer la estupidez política de quienes hablan solamente de dictadura
cuando no hay elecciones”.
Pero por lo visto, con la lenta
metamorfosis de SL en movadef empieza a “florecer la estupidez
política”, puesto que el proceso de reciclaje de la vieja política
senderista de guerra popular en el novísimo movimiento electoral
senderista, es el resurgimiento de lo viejo, de lo podrido, del
oportunismo ramplón, de todo lo que Abimael combatió. Es la bancarrota
total del viejo proyecto senderistas que quiso incendiar las praderas y
en su accionar dejo una estela de muertes.
Movadef es
simplemente la negación de esa arenga que llamaba a “convertir el verbo
en acciones armadas” y que con el dedo acusador conminaba a las huestes
senderistas: “o nosotros cumplimos lo que prometimos o seremos
hazmerreír, fementidos, traidores”.
Abimael, el fundador de
Sendero Luminoso prometió guerra popular y se dedicó a quemar las
ánforas electorales y teñir de sangre la patria; Alfredo Crespo,
fundador de movadef es el hazmerreír que anuncia Abimael y busca el
reconocimiento legal para Sendero Luminoso; pero ambos representan la
bancarrota total del proyecto senderista.